OTRA CRISIS SE VIENE

Por: César Levano
Critiqué en mi columna publicada el viernes 11 el régimen tributario de nuestro país gracias al cual las grandes mineras pagan impuestos mínimos. Ese mismo día el cable informó que el Fondo Monetario Internacional demanda cobrar más a las empresas mineras.

No es que el FMI me esté plagiando. Es del mínimo sentido común que la gran minería comparta los enormes ingresos que obtiene gracias a los recursos naturales extraídos con el esfuerzo de los trabajadores, sobre todo ahora que se avista una crisis tempestuosa. En el Perú, en los últimos cuatro años la gran minería ha obtenido utilidades cercanas a los 24 mil millones de dólares; pero el pueblo le importa un pito.

Los gobiernos entreguistas han concertado con varias de esas empresas convenios tributarios que les permiten pagar migajas en lugar de impuestos. Cuando se propuso establecer impuesto a las sobreganancias, políticos corruptos como Alan García y Jorge del Castillo lo impidieron. En lugar de eso impusieron un óbolo voluntario, una suerte de limosna por amor de Dios. La irresponsabilidad social de la gran minería no ha aportado ni 200 millones de dólares anuales por ese concepto.

Nicolás Eyzaguirre, responsable del FMI para América Latina, precisa que impuestos adecuados a la minería podrían mejorar la Educación y la infraestructura de nuestros países.

No creo que el FMI esté preocupado por razones de justicia social. Lo que ocurre es que sus expertos deben saber que ya está en marcha una nueva crisis global, que será, según los especialistas, peor que la que se desató en 2008 y aún no concluye.

El pronóstico figura en el ensayo La crisis Financiera de 2015. En los días en que se realizó el último Foro Económico mundial en Davos, Suiza, un grupo de analistas financieros de la consultora británica Oliver Wyman se reunió en un hotel cercano a la sede central de la cita. El texto mencionado reúne en 28 páginas el presagio.

Los analistas recuerdan que la burbuja inmobiliaria que estalló en Estados Unidos, así como en España, Irlanda y Reino Unido, fue alimentada por las bajísimas tasas de interés establecidas por las bancas centrales de esos países para estimular la economía. Lo mismo está ocurriendo ahora.

Los especialistas británicos han examinado un documento de FMI que demuestra que las crisis en los mercados emergentes ocurren siempre después de una etapa de bajas tasas de interés en los países desarrollados.

La previsión establece esta cadena: 1. Grandes inversiones de los países desarrollados en los emergentes provocadas por el alza de las materias primas. 2. En vista de una creciente inflación, los bancos centrales de Europa y Estados Unidos encarecen el dinero. 3. Esto conduce a un menor crecimiento. 4. Hay menor demanda de commodities. 5. Estalla la crisis.

Diversas publicaciones del mundo occidental dan señales de alarma, aunque no las sistematizan en un pronóstico global. “Guerra de las monedas” (Currency wars), tituló en su portada The Economist el 16 de octubre del 2010. “Una enorme nube de tempestad” (Eine grosse Sturmwolke) es el título con que Der Spiegel de este 7 de febrero presenta su entrevista al árabe Mohamed El-Erian, presidente de la mayor sociedad de fondos de EE.UU., quien expresa su preocupación por la deuda externa de ese país y sobre la crisis europea. Recuerda el financista que su empresa trabaja con los ahorros de las personas y que advirtió sobre la crisis inmobiliaria estadounidense dos años antes de que estallara.

(Publicado en el Diario La Primera, el 14 de febrero de 2011)

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