MENSAJE PRESIDENCIAL QUE MARCA LA CANCHA

Por: José Centurión Ruiz (*)

•Ollanta Humala Tasso juramentó como nuevo Presidente Constitucional de la República y lo hizo en medio de las expectativas de las mayorías pobres del país, y con recelo y desconfianza por parte de los sectores poderosos de la política, economía y la prensa nacional.

•Al juramentar invocó "el espíritu, los principios y los valores de la Constitución de 1979", menospreciando la constitución fujimorista y recordando que ésta es de origen dictatorial, despótica y autoritaria.

•Bancada fujimorista acusó el golpe y trató de restarle brillo a la ceremonia con los destemplados gritos y actitudes de las féminas incondicionales del ex dictador, Martha Chávez y Luz Salgado.

•El mensaje fue la ratificación de que éste gobierno hará cambios en lo que respecta a la repartición de la riqueza, la reclamada inclusión social de los peruanos más pobres en los beneficios del crecimiento nacional y en la defensa del territorio y la de nuestros recursos naturales.

El pasado 28 de julio, se inauguró el gobierno que los peruanos hicieron posible al ascender al poder el nuevo presidente del Perú Ollanta Humala. Será el inicio de los cambios políticos y económicos que harán posible que el país se convierta en una verdadera nación, donde se privilegie al ciudadano por encima de los dogmas liberales que elevan a la economía por encima del bienestar general.

Y justamente la constitución de 1,993 de origen golpista y aprobada bajo los términos más reaccionarios que se tiene memoria, es la que rige nuestro país, la cual menospreciando, desdeña y posterga a las mayorías nacionales, privilegiando a los ricos nativos y a las grandes transnacionales que operan en el Perú.

El discurso presidencial giró en la preservación del crecimiento nacional pero con inclusión social, situación olvidada por los gobiernos anteriores y despreciada por los que manejan el poder y la economía. “Voy a cumplir mi promesa de hacer de este país un lugar donde todos disfruten del mismo derecho a la plenitud y a la felicidad, a una vida digna y a una vejez protegida”, fue el mensaje del nuevo presidente.

Marcó distancia con la corrupción a la que calificó como “un elemento que debilita al Estado y afecta su desarrollo. Es, por lo tanto, un problema de seguridad. En tal sentido, defiendo la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción en agravio del Estado”. Los corruptos están avisados. No habrá para ellos olvido ni perdón.

Cumplirá con su programa de gobierno

Lo resaltante de su alocución, es el compromiso de cumplir con su programa social que incluye Cuna Más, Pensión 65, Beca 18 y el programa JUNTOS será extendido progresivamente hasta alcanzar los 800 distritos más pobres del país.

Señaló también que “las características de este gobierno pueden resumirse en los siguientes términos: reforma, democracia, libertades, inclusión, redistribución, crecimiento, paz con justicia, seguridad, descentralización, transparencia, soberanía y concertación”.

En el plano del manejo económico indicó que “mantendremos y consolidaremos un crecimiento sano de la economía y sus estándares macroeconómicos; respetaremos las reglas fiscales para afrontar eventuales crisis externas o desastres naturales… Fomentaremos una economía nacional de mercado abierta al mundo que haga realidad nuestro compromiso de crecimiento con inclusión social y democracia. Esto implica que el Estado sirva como promotor no solo del crecimiento, sino también del progreso social. Priorizando educación, salud y nutrición infantil, mejorando las condiciones de trabajo”.

Lo que nos queda a los ciudadanos, es esperar que las promesas electorales y lo anunciado en el discurso inicial de su mandato se hagan realidad, y no se vean bloqueadas ni disminuidas por los ministros que representan al “sistema” dentro de su gabinete, por el legislativo pro empresarial o por los medios de comunicación proclives al “arreglo”.

(*) Responsable del Departamento de Prensa y Comunicaciones de la CGTP

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