El gobierno aprista intenta debilitar al movimiento sindical con la vieja estrategia amarillista del paralelismo, creando organizaciones artificiales con la finalidad de evitar que los trabajadores logren sus justas reivindicaciones.
A esto se suman las acciones de los funcionarios gubernamentales que intentan dividir a los gremios para minimizar la negociación y, por ende, imponer sus decisiones, tal como ocurre con los famosos decretos legislativos.Los trabajadores del andamio hemos ratificado nuestra política de unidad, programática y de acción para enfrentar la vieja treta del partido de la estrella, cuyo objetivo político es domesticar a los obreros de construcción civil para que no luchen por sus derechos y los de sus familias.
La Federación de Trabajadores en Construcción Civil es la herramienta idónea para la superación humana y profesional de sus miles de integrantes a nivel nacional. Su independencia del poder político y su labor sistemática para mejorar la empleabilidad del obrero permiten no sólo defender sus intereses, sino coadyuvar a mejorar su calidad de vida.El gobierno y los grupos de poder económico ven como un peligro la labor de la federación.
Para García y las transnacionales, elevar el nivel crítico de lo obreros de construcción para que entiendan la realidad que los rodea, el impacto de los incumplimientos electorales de Alan García y su sumisión al poder económico, son factores que afectan el continuismo del modelo neoliberal defendido por él, que se expresa en el alza de los alimentos, los bajos salarios, la inseguridad ciudadana y la corrupción.Los obreros, fieles a nuestras convicciones, intensificaremos nuestra lucha contra el divisionismo y la intromisión del gobierno.
El próximo miércoles 27 de agosto, miles de trabajadores nos movilizaremos a nivel nacional para expresarle nuestro rechazo y nuestra disposición a luchar en todos los frentes necesarios.En Lima, nos concentraremos en el Campo de Marte a la 1:30 p.m. para posteriormente dirigirnos al Ministerio de Vivienda y Construcción. Participarán también en la marcha delegaciones de trabajadores de otros sectores, en los que el aprismo también ha iniciado el paralelismo para neutralizar sus demandas.
Finalmente, aprovechamos esta columna para solidarizarnos con las comunidades nativas, el pueblo de Moquegua, los damnificados del sur, portuarios, empleados estatales, mineros, Coordes (despedidos), textiles, tercerizados, etc, perjudicados por las regresivas normas dictadas desde los estudios de abogados empresariales y promulgadas por Alan García. Sólo con la lucha lograremos derogarlos. Unámonos.
FUENTE: DIARIO LA PRIMERA
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